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Ansiedad, estrés, tristeza o pensamientos que no paran.
A veces la mente nos atrapa sin previo aviso. La buena noticia: no tienes que quedarte ahí.
No vienes a desahogarte, vienes a avanzar
Sé que decidir empezar terapia no es sencillo. Tampoco lo es elegir con quién. Hay demasiada información, demasiadas promesas y demasiadas páginas que dicen lo mismo. Pero si has llegado hasta aquí, es porque algo en ti busca un cambio real. Y ese cambio no comienza con frases motivacionales, sino con herramientas concretas.
Más claridad, menos ruido mental
En consulta no te ofrezco respuestas mágicas, pero sí un espacio seguro para pensar en voz alta, entenderte y actuar. Si sientes que la ansiedad te desborda, que la tristeza se ha vuelto compañera de rutina o que tus pensamientos no te dan tregua, en terapia aprenderás a retomar el equilibrio. No se trata de dejar de sentir, sino de aprender a gestionar lo que sientes sin que te arrastre. Y para eso, necesitas algo más que hablar: necesitas herramientas reales.
Tal vez no sepas exactamente qué te pasa, solo sabes que no estás bien. O quizás sí lo sepas, pero no sabes cómo cambiarlo. Aquí hay algunas señales de que este puede ser tu momento:
Tienes ansiedad constante, incluso sin motivo claro.
Te cuesta dormir, disfrutar o simplemente estar tranquilo/a.
El estrés ha dejado de ser “normal” y ya te pesa.
Sientes que cargas demasiado y no sabes por dónde empezar.
Tus pensamientos no paran, te abruman o te confunden.
Ya no reconoces la versión de ti
con la que convives a diario.
Lo importante es que sea la adecuada para ti
No tengo forma de saber si soy la profesional adecuada para ti hasta que lo probemos. Pero sí te puedo asegurar que si conectamos, haré todo lo posible para que este sea un espacio de transformación real.
Mi papel no es imponer respuestas, sino acompañarte a encontrarlas. Y si no soy la persona indicada, te lo diré con la misma honestidad con la que trabajaré contigo si decimos continuar.
Lo que siempre quieres saber antes de pedir cita
Empezar un proceso psicológico genera muchas preguntas, y es totalmente normal.
Aquí respondo algunas de las más comunes, para ayudarte a tomar una decisión con más claridad y menos incertidumbre.
No. No hace falta tocar fondo para pedir ayuda. A veces basta con sentir que las cosas te superan, que estás confundido/a o que simplemente no puedes más. La terapia no es solo para crisis extremas, también es para prevenir, entender y mejorar tu bienestar emocional.
Si últimamente notas más despistes, dificultades para concentrarte o sentirte más lento/a mentalmente, podría ser útil. También si has recibido un diagnóstico previo, si alguien cercano nota cambios en ti, o si simplemente quieres entender mejor cómo funciona tu mente.
Sí. Muchas veces quienes acompañan a personas con dificultades también necesitan apoyo. Aquí puedes encontrar estrategias, comprensión y un espacio donde tú también importas.
Las sesiones suelen durar 50 minutos. La frecuencia la marcamos juntos/as según tu caso: puede ser semanal, quincenal o ajustarse a lo que necesites.
Principalmente trabajo de forma individual, pero también ofrezco sesiones de asesoramiento para familiares que necesitan comprender mejor una situación o saber cómo acompañar.
Totalmente. Lo que hablemos en consulta se queda en consulta. Trabajo bajo el código deontológico de la Psicología, que garantiza tu privacidad y confidencialidad en todo momento.
Testimonios reales de quienes han encontrado un camino hacia el bienestar en Laura Güell Solanes.
Laura me ayudó a descubrir técnicas que mejoraron mi calidad de vida diaria. Recomiendo sus servicios a todos los que buscan apoyo emocional.
Con su apoyo, aprendí a manejar mi ansiedad de una manera más efectiva. Gracias a todo el equipo por su dedicación.
La terapia me proporcionó herramientas valiosas para superar obstáculos que creía insuperables. Un equipo realmente comprometido.